top of page
Foto del escritorSOYIDEC

SANIDAD DIVINA



Mateo 4:23 “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”.

La palabra “enfermedad” en Mateo 4:23,24 es la traducción de la palabra griega nosos; “dolencia” que proviene del término malakia. En este contexto, las enfermedades ocasionales son llamadas “dolencias”, y las crónicas “enfermedades”. La idea del concepto “enfermedades” en Mateo 4:24 es dar a entender que eran casos sin remedio desde pa perspectiva finita del ser humano; es decir, donde sus capacidades médicas y cientificas no podían intervenir positivamente. Además, la palabra “diversas”, en el mismo texto sugiere la variedad de enfermedades que sufrían las personas las cuales fueron llevadas a Cristo.


Ahora bien, es pertinente mencionar que, así como la enfermedad vino a la raza humana a través de la caída del hombre; de la misma manera, la sanidad divina ha llegado al ser humano a través de Cristo. Quién “tomó nuestras enfermedades, llevó nuestras dolencias”, y “por su llaga fuimos nosotros curados”, según el profeta Isaías. Además, para la Iglesia de Dios, la sanidad divina cobra un carácter integral, porque el sacrificio de Cristo no se limita a la sanidad del cuerpo, sino quetambién alcanza el alma y espíritu del ser humano.


Por un lado, en toda la Biblia es posible percibir la sanidad como un favor de Dios, especialmente en el Nuevo Testamento que presenta el ministerio ejecido por Jesús, trayendo sanidad en favor de los necesitados. Él sabía que su misión redentora incluía la sanidad de los enfermos, sin importar la naturaleza o causa de la enfermedad. Ciertamente el Señor obraba sanidades en las personas, más no todas fueron sanadas. Esto pareciera contovercial, sin embargo, es necesario comprende rque la sanidad divina no radica unicamente en la fe de la persona, sino que también está inmersa la voluntad del Padre y el propósito particular para cada persona.


Por otro lado, el artículo once de nuestra Declaración de Fe afirma que: creemos que la “sanidad divina es provista para todos en la expiación”. Esta declaración, es un distintivo pentecostal de la Iglesia de Dios; es una afirmación que puede ser accionada y evidenciada por todos los creyentes cuya realción con el Señor es genuina. La sanidad divina no es solamente un acto que ha quedado en el pasado, puesto que el Señor sigue desafiando a la iglesia a evidenciar las señales que siguen a los creyentes; en ella está la sanidad integral del ser humano. Hoy en día, siguen vigentes los milagros, las sanidades y otras señales; pero, es necesario estar cerca del Señor y aceptar su voluntad.


Dicho esto, querido lector, si estás pasando por un proceso de vida, donde necesitas sanidad física, emocional o espiritual, recuerda que Jesús fue herido por causa de las transgresiones, molido por las iniquidades y lacerado por lograr nuestra sanidad. Él dio su Vida como ofrenda por nuestros pecados; fue el Cordero sacrificado en el altar del Calvario; allí mostró su amor incondicional y nos regaló la esperanza de vida. Una vida plena y abundante; su sacrificio fue suficiente para traer sanidad a toda la humanidad, sin exclusión alguna. Por tanto, no pierdas la fe, confía que a través de Cristo puedes recibir sanidad integral. Finalmente, no olvides que el tiempo de los milagros no ha pasado, Dios continua moviendose de manera sobre natural con su iglesia y en todo el mundo. ¡NO PIERDAS LA FE!


Colaboradores:

Artículo: Eddy Pérez

Revisor: Pst. Wilson Morán

Diseño y publicación: Esdras Calel

853 visualizaciones0 comentarios

Comments


Artículos Recientes

bottom of page