LOS SUEÑOS SE HACEN REALIDAD

Enero es uno de los meses más cargados de esperanzas, sueños y un sinfín de cosas por realizar. Es bueno soñar, ya que los sueños nos llevan a buscar hacerlos realidad, pero soñar solo por soñar no nos llevará a nada. Porque ¡el que a nada le apunta a nada le pega! Entonces, debemos estar de acuerdo con el hecho de que debemos soñar con los pies sobre la tierra. Dios nos ha creado con ingenio, creatividad e imaginación; esa imaginación es la que Dios espera que utilicemos para alcanzar aquello con lo soñamos o anhelamos ver hecho realidad. No podemos quedarnos con un cúmulo de ideas, pero sin trazar una fecha de realización.

Muchos jóvenes han soñado desde hace mucho tiempo, pero nunca colocaron una fecha para hacerlos realidad, por lo que ahora son adultos frustrados que lamentan a diario el nunca haber realizado lo que un día anhelaron. Por eso es necesario que cada vez que tengamos un sueño, le pongamos una fecha de expiración, solo así tendremos a diario una meta por cumplir.

La Biblia nos dice que Dios pone en nosotros tanto el querer como el hacer por su buena voluntad. Entonces ¿Qué pasa con nosotros?, pasa que todos tenemos el anhelo de hacer nuestros sueños realidad, pero nos falta confiar en Dios y en nosotros mismos. Cuando un sueño nos tiene de sobresalto, debemos con certeza buscar la forma de hacerlo realidad. Una de ellas es dar el primer paso, aunque siempre será lo más difícil de hacer, porque consiste en empezar y empezar de cero.

Los sueños nos dicen realmente lo que sabemos y lo que sentimos, si soñamos con salir adelante ese sentimiento nos llevará a hacerlo realidad, en cuanto utilicemos nuestras estrategias para lograrlo. Por ejemplo: si tu sueño es graduarte de una carrera universitaria, pero tu familia no posee los recursos para sostener el estudio que deseas, debes poner todo en marcha, buscando un empleo con el que puedas sufragar tus gastos estudiantiles, por supuesto no será fácil estudiar y trabajar, requerirá de un doble esfuerzo para garantizar que en un par de años logres ver tu sueño hecho realidad. Recuerda que durante el proceso Dios siempre estará contigo, en la medida que tú le busques y pongas siempre como prioridad buscar su dirección para que todo lo que realices salga bien.

El inconsciente, del cual los sueños emergen, parece contener una imagen de la forma en que se supone que debes ser, y continuamente trabaja por la expresión de este potencial, día y noche. Tratar de resolver tus problemas o conseguir controlar tus prioridades sin la información que proporcionan los sueños es como ser un juez con sólo la mitad de los hechos de un caso. Ignorar los sueños es arrancar páginas de tu propia historia que se desarrolla, que serpentea a través del turno nocturno, y alejarte de ese lugar del que emanan las pasiones y las vocaciones.

Prepárate para hacer realidad tus sueños: fija una meta, busca una estrategia, coloca una fecha límite, pon tus sueños en las manos de Dios y a trabajar se ha dicho. Si tu sueño es llegar a Dios, ora mucho, pon tu talento en Sus manos y dedica tu mayor esfuerzo para lograr todo lo que te propongas.

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Autor: Nelida Hernández Lemus.

Gestión: Sheyla Pimentel.

Revisión: Karen Cabrera.

Publicación: Jenniffer Lara.