Podemos escuchar mucho, leer su biografía e historia, pero eso no nos garantiza que conozcamos realmente a ese personaje. Normalmente cuando queremos conocer a alguien, buscamos información de primera mano, concertamos un encuentro personal, le seguimos hasta tener los más mínimos detalles para tener la “seguridad” que le conocemos, te das cuenta que se necesita algo más profundo, algo más allá que solo información, necesitas relación.
Justo de eso quiero hablarte en este artículo: Conociéndolo a Él, a través de la relación. ¿A quién intento que conozcas? A Jesús. En Mateo 16:13 y 14 , se disputa a cerca de los rumores que la gente tenía de la identidad de Jesús, Jesús entonces confronta a sus discípulos vrs. 15 (Entonces Jesús les preguntó: Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Quién soy yo? TLA), si al igual como hizo Jesús yo te preguntase eso: ¿Quién dices tú que es Jesús? ¿Cuál sería tu respuesta? Posiblemente dirías que es el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, el que dio su vida por la humanidad, o que lo has escuchado mencionar en más de algún sermón.
Pero realmente ¿Quién es Jesús?
Es mi Salvador (Juan 3:16; Hebreos 5:9) A través de su sacrificio en la cruz nos reconcilió con el Padre, somos perdonados de nuestros pecados y nos salva de la condenación.
Es mi sanador (Mateo 4:23-24) sana todo tipo de enfermedad, dolor, condición física o espiritual.
Es mi Libertador (Juan 8:36) Jesús nos liberta del pecado y nos hace libres, Jesús nos libera de la potestad de las tinieblas, nos libera de todo tipo de ataduras, Jesús nos libera de la condenación eterna.
Jesús es mi abogado (1 Juan 2:1) Es el que te defiende del acusador.
Jesús es el camino que me conduce al Padre (Juan 14:6) No existe ningún otro camino, medio o atajo para acercarnos al Padre (Dios) sino es por medio de Él.
Jesús es mi amigo (Juan 15:15) es tan cercano a quienes se lo permiten. Jesús es eso y mucho más.
Pero, ¿Cómo le puedo conocer? Quizá sea tu pregunta y la de muchos alrededor del mundo, te resumo la respuesta en esto: relacionándote. Esa es la forma de conocerle, iniciar, y profundizar una relación con El, ¿Cómo la inicio?
Debes reconocer que le necesitas, existe un acto mayor de humildad cuando le dices a Jesús que te has dado cuenta que tú no eres auto suficiente, que lo quieres presente en tu vida.
Pasa tiempo con El, háblale de tus anhelos, así como de tus más grandes temores. Él no es distante e indiferente a tu situación, es el Hijo de Dios, pero también tomó forma de hombre, es por eso que nos conoce mejor y entiende nuestra vida.
Búscale, atrae su atención, llámale a toda hora, no importa el lugar, con quiénes estés, no hay posición o truco para hacerlo, puedes mencionarle en tus pensamientos, emitir palabras, o escribirle, ninguna de estas ideas es descabellada, créeme Jesús no te va a ignorar.
Conócele a través de la Biblia, en ella está inmersa el gran amor del Padre al dar a Conocer a Jesús a la humanidad, sus milagros, sus palabras, sus relaciones con aquellos que los demás desechaban y menospreciaban.
Mírale no sólo como el Hijo de Dios, todopoderoso, sino como un amigo, como alguien que camina contigo, que te susurra que te ama tanto como para dar su vida por ti.
Háblale a través de la oración, en esos momentos de intimidad donde sólo estas tú y El, sin interrupciones.
Congrégate, comparte con aquellos que ya han iniciado su relación con Jesús y aprende con ellos.
Podemos conocer Jesús, lo que le agrada y lo que no, a través de esa relación tan estrecha, tan única, tan constante, tu vida cambiará, pues eso sucede aquellos que tienen un verdadero encuentro con Jesús, hablas de él con los demás, tus vocabulario ha sido transformado, vistes diferente, te apartas de aquello que no le agrada, eres diferente como hijo, amigo, conyugue, líder, estudiante, trabajador, jefe, como persona, en todo, te comienza a parecer a Él.
¿Realmente le conoces? ¿Quién es ahora Jesús para ti?
Colaboradores:
Autor: Deisy Lara Diseño y Publicación: Josué Guzmán
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